martes, 22 de septiembre de 2020

Capitulo 26

 


Xýlon sufre al creer que Jose es feliz en brazos de su tío. 

--Lo siento, tal vez no debí decirtelo.

Xýlon seca sus lágrimas:

--No...no. Te lo agradezco. Me alegro que sea tan feliz.

--No te enfades pero es lo mejor. Os lleváis muchos años. Así no se llega a ninguna parte.

Y se siente un miserable diciendo esas cosas cuando él se lleva más años con Carlota. Xýlon hace un esfuerzo por no llorar:

--Tienes razón, es lo mejor. Te juro que soy sincero si te digo que lo que más deseo es que sea feliz.

--¿quieres que le diga algo?

--no. Jose nunca llegó a saber que lo amé. Es mejor que me odie. No le digas nada de mí. No le digas que pregunté por él. Que crea que no pienso en él, que me olvidé de él como él se está olvidando de mí. No quiero ser una sombra en su felicidad.

Luego hablan de todo y de nada durante un rato asta que los interrumpe. Se acabó la visita. Además le entregan a Xýlon una carta: 

--¡Es Marizza¡

--¿quien?

--fue mi novia. Me quiso mucho. 

Manuel se va más tranquilo ya que ve a Xýnol ilusionado con la carta de Marizza. Es una carta llena de nostalgia, de apoyo


Cuando Manuel llega a su casa, se sorprende al encontrar a su hermano. Jose le está sirviendo una infusión a su madre que está en la cama.

--¿como sigue?

--No levanta cabeza, pobre mamá. Todo ha sido muy duro para ella. Parece que en un rato sale con Maria Luisa, a ver si se anima.

Se hace un silencio entre los dos hermanos:

--¿¿cómo está Xýlon??

--Tu sobrino está bien. --le reprocha.

--Me gustaría ir a verlo pero...

Manuel no le deja seguir:

--Ni siquiera sus abuelos van ni tu esposo. ¡¡tú no tienes nada que hacer ahí¡

--Él es inocente. Él no mató a papá. Lo sé.

Si no supiera que tiene relaciones con su marido pensaría que lo sigue amando pero no puede olvidar que su hermano sufre por él 

--Mi hermano no necesita que tú creas en él. --le reprocha.

Jose no se da por vencido:

--tenemos que hacer algo¡¡hay que demostrar su inocencia para sacarlo de ahí¡¡

--Xylón tiene un padre,  tiene un hermano que soy yo ¡no necesita nada de ti¡

Jose no espera esa contestación. Manuel añade:

--sé feliz con tu marido y deja a mi hermano en paz.

Jose no entiende la dureza de su hermano.

--pero...

Manuel no lo quiere escuchar.

--me voy a dar una ducha.

Antes de desaparecer por el pasillo Manuel mira a su hermano y le dice:

--Sabes, le está escribiendo su novia, la que se fue de la ciudad. Se le ve contento.

Luego sí ya se va. Jose se queda furioso. Muerto de celos. 

--¡¡volvió, volvio¡

Siente un dolor un gran dolor. El que esa chica regrese a la vida de su amado le atormenta mucho. Manuel se ducha desconcertado por el dolor de su hermano. Mientras moja sus cabellos, recorre su pecho, genitales, piernas. Piensa en lo triste que se veía:

-- ¿estaré haciendo bien en mentirle?

Los dos son sus hermanos pero es difícil estar de parte de los dos. Pone la cara baja el chorro de agua. Eso lo relaja:

--sí, hago bien... Lo mejor es no meterme




Jose llega a su casa muy atormentado por los celos.

--¡Pablo¡ ¿donde estás?

--En el cuarto, mi amor.

Jose va al cuarto de su esposo. Pablo está desnudo, secándose con una toalla. Jose siente mucha rabia. Nunca se había fijado en lo guapo que su esposo es. Tiene muy buen cuerpo. Jose está muy furioso:

--¡¡si Xýlon ya me olvidó pues no le pienso ser fiel¡ --dice para sí.

Jose se deja llevar por su rabia, sus celos. Ya no quiere ser humillado más. Siente que Xýlon no merece que se reserve sólo de él y Pablo lo quiere, es su esposo y está deseando que se le entregue




Manuel está en su cama, aún con el pelo mojado. Sin camisa y con los jeans abierto. Tocan al timbre. Se pone con una camisa pero no se la cierra bien. Se abrocha los pantalones.

--¿Tú?¿cómo me has encontrado?

Es Adriana.

--¿aún te quieres casar conmigo?

Él hace que sí con la cabeza. Aunque sabe que es una locura es una propuesta que no puede rechazar, además él es muy atractivo. Adriana lo mira con deseo:

--acepto --dice mientras lo besa y le desabrocha la camisa


MIentras Pablo mira fijamente a su esposo. Lo ve raro.

--¿te ocurre algo?

Jose lo acaricia con cariño en el rostro mientras lo besa en los labios. Jose  está apunto de empezar a desabrocharse la camisa. Por un momento la rabia y los celos han hecho que por venganza quiera hacer el amor con Pablo pero no. El amor que siente por Xýlon está por encima de todo. Hasta de lo que pueda sentir Xýlon. Ha sido lo mejor de su vida y su joven griego siempre estará dentro de él. Lo lleva en la sangre. No le interesa nada más. 

--¿¿estás bien? --le pregunta Pablo.

Pablo lo mira un poco decepcionado. creía que al fin Jose había decidido entregarse a él. 

--¿que pasa?

--No, nada. Ya me voy.

Antes que Jose salga del cuarto Pablo lo agarra del brazo:

--no me puedes dejar así ¡¡me besaste¡ 

Pablo está muy excitado. El beso que le ha dado su esposo lo ha encendido. Su aparato genital está preparado. Pablo tenia esa ilusión, no lo quiere volver a forzar. Jose  siente vergüenza de lo que ha estado apunto de hacer. No quiere que su esposo sepa que por un segundo quiso ser suyo por celos, por rabia contra Xýlon.  Para disimular dice:

--¿no puedo besar a mi esposo?

--creí que querias algo más. --le reprocha.

--Sólo estaba preocupado por ti, por tu salud.

--¡¡pues no hace falta que te preocupes tanto¡ ¡¡aún no me muero¡

Pablo esta molesto porque le duele ver el cariño fraternal que le tiene.

--¡¡contigo no se puede¡

--¡la culpa es tuya, me has puesto cachondo para dejarme con las ganas¡¡

Jose  encierra en su cuarto. Sobre su cama. Piensa en Xýlon. Escondida en su mesita de noche tiene la foto que sacó de internet de su amado griego. La besa una y otra vez. En ese momento llegan las madre, Asunción y Maria Luisa. Las abre Pablo, en albornoz.

--¡¡niño, niño¡

--¿qué pasa? No me siento bien. --dice Jose  cuando entran al cuarto.

--¡¡el video y las fotos de la boda¡

A Jose  se le ilumina la cara. Las mujeres están felices por el matrimonio de sus hijos. A Jose  le gusta ver a su madre más animada y es que Asunción ha visto tantas veces el video de la boda de su amado que ahora no puede creer que pueda ver a su amado Tomás en el video de la boda de su hijo. Jose  recuerda ese video en el que también se veía el bautizo de Xýlon en el que estaba desnudo. Sonríe con ternura:

--quien me lo hubiera dicho --murmura.

A Pablo le da mucha rabia la emocion con la que Jose  ve a Xýlon tanto en el video como en las pocas fotos que sale.

--está tan guapo --dice para sí.

Jose  siente que sólo por el hecho de tener esas fotos tan lindas de su amado ya merece la pena esa boda. Pablo se da perfecta cuenta de que mientras las abuelas están chochas por la boda, a Jose  sólo le importa Xýlon. 

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