--me quería y le gustaba mucho, ponía unos ojitos cuando me veía en la calle sin camisa. No le quise dar el gusto de verme desnudo --dice para sí atormentado por la culpa.
Xýlon no puede evitar que se le salten las lágrimas lamentando el trato dado a Jose
-- me ha dado lo mejor, lo ha hecho todo por mi, por mi satisfacción y yo me porté como un cerdo y ahora se cree lo odio, que soy de lo peor y tal vez me deje de amar y nunca le convenza de lo contrario. Además, se tiene que casar, se tiene que casar con mi tío.
--¿qué pasó? --dice Valentín acercándose.
Xýlon , avergonzado, se seca las lágrimas para que su amigo no se dé cuenta que estuvo llorando.
--¿por qué lloras?
--Yo, ¿no como crees?
Valentín se da cuenta burlón que su amigo está mirando a Jose y con ironía le dice:
--¿lloras por el cojo? --le pregunta divertido.
---¿como crees? Se me metió una basura en el ojo.
--la basura la tienes en el cerebro. No sólo eres maricón, te gusta el cojo, el cojo, un cojo¡¡ eres un pervertido¡
--no grites. No hace falta que todos se enteren.
Valentín se ríe.
--ser gay no es malo pero que te guste el cojo sí. Es vergonzoso.
Xýlon se hace el ofendido para que Valentín no se de cuenta de sus sentimientos que por otro lado ni él mismo comprende
Asunción y Maria Luisa viven los días más felices de sus vidas. Las dos están felices por la boda de sus hijos. Les ha tomado por sorpresa pero están felices. Todo lo contrario que don Pepe y Agustín que desprecian a sus hijos por ser gays.
--¿te recuerdas de su bautizo? --Maria Luisa
--claro que sí, Agustín no quiso saber nada y tú y don Pepe me propusisteis que hiciera el bautizo de mi niño junto con el vuestro. Los bautizamos juntos.
--yo siempre lo pensé ¿recuerdas? Sentí que iba a haber una conexión especial entre nuestros hijos. Siempre lamenté que tu Jose no fuera mujer para que se pudieran casar. Y lo que son las cosas. Y es que nuestros hijos estaban predestinados a casarse. Van a ser tan felices, tan felices.
Las dos miran ilusionadas los dos Smoking blancos que ha confeccionado la madre de Jose.
--siempre tuviste unas manos de oro. Te quedaron preciosos y en un tiempo récord.
--estas semanas se me han pasado volando.
--yo he disfrutado más que cuando me casé yo, no me puedo creer que vayamos a ser consuegras
--gracias a ti y a tu marido mi hijo va a tener una boda de un príncipe. Mi Jose está tan feliz.
--nuestro ahijado se merece lo mejor.
--si pero yo no os he podido ayudar y vosotros habéis quedado muy endeudados.
--Correr con los gastos es nuestro regalo de boda. Además con la idea que tuvo Pepe de alquilar las habitaciones...
--si pero tener que llenar la casa de extraños.
--son gente buena.
--pero bueno, con solo eso no tendrás bastante.
--lo importante es que nuestros hijos sean felices y tengan la boda de sus sueños.
--¿y qué dice tu marido? Agustín dice que Jose está muerto para él. No piensa ir a la boda.
--ya se le pasará. Es un orgulloso. Irá ni que sea a escondidas. Mi Pepe gruñe pero en el fondo le hace ilusión. Sólo quiere la felicidad de nuestro hijo.
La cara de ambas están llenas de ilusión. En cambio la de Jose está lleno de dolor y tristeza. Mira con amargura esa foto que sacó de internet de su amado. Es la única foto que ha logrado de él. Lo único bueno que le traerá esa boda es que tendrá muchas fotos y de muy buena calidad de su amado que serán un recuerdo para toda la vida. Jose está muy triste, no puede olvidar los mejores momentos de amor vividos con el guapo adolescente
Xýlon está llorando sobre su cama. Le destroza el alma que Jose se vaya a casar con otro. No lo quiere reconocer pero son celos lo que siente. Se niega a aceptar que se haya enamorado de Jose.
Jose se va a convertir en el tío de Xýlon y sabe que eso los separará para siempre. Sabe que nunca volverán a estar juntos. Le duele dejar de verlo pero sabe que es lo mejor. Se conforma con que el griego no lo odie. Su idea es desaparecer una vez quede viudo. Y vivir de los recuerdos. Mientras aprovecha de los momentos que ve a Xýlon de lejos.
Xýlon sin camisa pero con un chaleco, pecho descubierto, va delante de la moto. Una chica le ayuda a empujarla. Aunque su corazón palpita más fuerte de lo que él quiere reconocer, el joven griego ignora a Jose que se muere de la pena y el dolor.
Al salir hacia el trabajo, Jose se encuentra cara a cara con Xýlon , no lo ve hasta que lo tiene encima. Se saludan. Jose lo mira, Xýlon se muestra lo más frío que puede. Xýlon iba hacia el portal con el perro, Jose le deja abierta la puerta porque creer que va a entrar pero él la cierra con dureza y habla con Valentín desde el interfono. Lleva unos pantalones muy anchos naranjas. Jose lo mira con deseo, se muere de amor y de la pena
Y llegó el momento, Jose está vestido de blanco aunque la única feliz es su madre. No se da cuenta del dolor de su hijo. Lo atribuye a los nervios. Asunción le quiere a un dar poco de color al rostro de su hijo ya que está muy demacrado. Jose se enfada.
--¡¡que no soy una novia para que me maquilles¡¡
--hijo, que eres gay. Maquillarse no es malo.
--¡ya para con la tontería¡
--hay hijo, como se nota que no dormiste con tu novio y lo echas de menos. Está noche lo disfrutaras. De momento a disfrutar del mejor día de tu vida.
Jose se aparta de su madre con fastidio. Se le escapan las lágrimas que su madre atribuye a la felicidad. Lo abraza.
--yo también voy a llorar, hijo.
Entra Manuel.
--venga, que se hace tarde
La mujer mira con orgullo a sus dos hijos.
--¡¡pero que guapos estáis ¡
Manuel abraza a su hermano. Los dos se besan con mucho cariño. Manuel es el que maneja el auto
En el piso de arriba, Tomás va al cuarto para ayudar a su hermano ya que su madre no hace más que llorar. Xýlon hace un esfuerzo para no hundirse. Los dos hermanos salen muy contentos y abrazados por los hombros. Los celos devoran al guapo griego. Pablo lo mira sintiéndose vencedor:
--¿y tú no me vas a felicitar, sobrino?
A pesar de su gran dolor, Xýlon abraza al novio y le susurra al oído:
--hazlo lo feliz que yo no le puede hacer.
--yo lo haré muy feliz en todos los sentidos. Le daré lo que tú no le diste y te olvidará en mis brazos . Haremos el amor todos los días--le murmura al oído.
Xýlon lo mira aturdido pero no dice nada, quiere demasiado a su tío como para enfrentarse a él por otro hombre. No se atreve a desconfiar de él .
Los invitados ya van llegando al lujoso hotel donde se realizará la boda. Carlotta y su hija llegan por un lado. La joven Cristina ve llegar a Valentín y suspira enamorada. Él le guiña el ojo pero no se le acerca. Agustín llega solo. Se acerca a su amante y ella se asusta.
--luego te veo --le susurra él.
--no seas loco, pueden sospechar --dice nerviosa.
Él le da un beso en la mejilla.
--ahora somos familia.
Los dos se miran con complicidad. Tomás llega con su hijo Xýlon .
--¿a ti te pasa algo? Estás muy raro --dice Tomás .
Xýlon fuerza una sonrisa. Pablo se siente un ganador. Llega al altar del brazo de su madre. Una alfombra roja lleva a una mesa rodeada por un arco en forma de corazón hecho con flores.
--¡el novio, llega el otro novio¡ --gritan los invitados..
--ven, vamos adentro --le dice Tomás a su hijo.
Xýlon no le hace caso. Se queda ahí clavado. Nunca se había fijado en lo guapísimo que es Jose y lo bueno que está.
--que guapo, está, que guapo está --dice suspirando.
El corazón del guapo griego late fuertemente. Manuel abre la puerta del auto a su hermano y a su madre. Un novio completamente de blanco. En su ropa y su rostro. No puede ocultar su tristeza. Está muy pálido. Jose alza los ojos y se encuentra con la mirada de Xýlon. Jose llora, su llanto conmueve a Xýlon y se le clava en el corazón. Xýlon se traga sus lágrimas, se está dando cuenta de lo mucho que le importa ese hombre. Tomás ha entrado seguro que su hijo lo va a seguir pero no es así. A Jose le tiembla todo al acercarse a su amado. Parece que su corazón se le va a salir del pecho. Se para al tenerlo frente a frente. Hay un silencio, los dos se miran y se quieren decir muchas cosas. Xýlon traga saliva.
--¿amor?¿debe ser amor esto que siento?¿debo dejar que se case con mi tío?
Manuel saluda a Xýlon . Los dos se abrazan. El novio no es capaz de decir nada, Asunción se lleva al novio. Jose tiene que hacer un gran esfuerzo para no quedarse con su amante, para no decirle que se lo lleve con él. Xýlon tiene deseos de escaparse con Jose y olvidarse de todo pero no lo hace. Se muestra indiferente aunque le duele la tristeza del novio que en lugar de mirar al frente mientras su madre lo lleva al altar no deja de mirarlo a él.
--¿te ocurre algo, hijo?
Jose mira a su madre llorando y luego vuelve a mirar a Xýlon a quien cada vez le cuesta más disimular.
--te quiero --dice el griego para sus adentros.
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